El jurado del Premio Internacional de Poesía Jaime Gil de Biedma otorga el galardón a las ‘Japonesas' de Isla Correyero

Isla Correyero tomará el testigo de Gioconda Belli y su pez rojo en el palmarés del Premio Internacional de Poesía Jaime Gil de Biedma que cada año, desde hace treinta y uno, otorga la Diputación de Segovia. Así lo anunciaba, pasada la una de la tarde de hoy, Gonzalo Santonja, coordinador del premio, quien, acompañado por el resto del jurado del galardón, explicaba los detalles que han llevado a sus miembros a determinar que ‘Japonesas' es el poemario merecedor del reconocimiento y de sus consiguientes 10.000 euros.

En un acto presidido por Miguel Ángel de Vicente, presidente de la institución provincial, el jurado ha anunciado su veredicto, que también incluye el accésit otorgado al sevillano Diego Vaya por su ‘Pulso solar', después de que el propio De Vicente destacase, en su discurso, la importancia de que la mayoría de los más de 1.500 poemarios recibidos en esta trigésima primera edición hayan afrontado la pandemia de forma reflexiva y esperanzadora. "La presente edición ha demostrado que huir del lamento circunstancial es posible. Que elegir el instante, el sentimiento y la profundidad, la reflexión y la luz, ante el sollozo, la aflicción y la oscuridad no sólo es admisible, sino que, además, es preciso; en muchos casos necesario y dignificante", apuntaba el presidente de la Diputación, antes de reivindicar a la institución como "casa de toda la poesía" y de asegurar que, a pesar de que realidades y situaciones como las vividas durante el último año y medio han "obligado a prescindir de programas y proyectos importantes", la Diputación en ningún momento se ha planteado tomar medidas semejantes con el Premio.

En cuanto a la ganadora de esta edición, una vez abierta la plica que desvelaba que por segundo año consecutivo será una mujer quien recoja el galardón, Gonzalo Santonja, antes de pasar a la descripción de sus 'Japonesas', señalaba que se trata de una autora que "nos dice mucho a todos los que estamos introducidos en el mundo de la poesía" y hacía un breve repaso por su biografía y bibliografía, indicando que además de escritora, ha sido guionista de televisión y enfermera, y recordando precisamente su ‘Diario de una enfermera'.

Del poemario ganador de esta trigésima primera edición, Santonja, "como aclaración", explicaba, en primer término, que se trata de un libro "de amor lésbico" en el que tres atmósferas del amor conviven para dar vida a sus versos: el amor en plenitud, el amor roto y de desesperación, y el amor que abre una ventana a la esperanza y la recuperación. "Como ha señalado una de las miembros de este jurado, es un libro mayor", afirmaba el coordinador del Premio, describiéndolo como "un poemario audaz, cuya audacia incluye el equilibrio y aúna toda la poesía clásica de los endecasílabos con la audacia del irracionalismo". "Atrevido", "instalado en la metáfora" y "a veces desconcertante" eran otras de las descripciones que Santonja utilizaba antes de terminar reconociendo que se trata de un poemario que tiene más de una lectura.

Por lo que respecta al autor premiado con el accésit, Diego Vaya,  Gonzalo Santonja recordaba su triunfo en el premio Gil de Biedma de Nava de la Asunción y le auguraba "una trayectoria francamente interesante y un futuro despejado". Y es que, para el coordinador del Premio, la poesía de Vaya recogida en su ‘Pulso solar', que empieza con aires de Western y versos que recuerdan a Juan Rulfo al mismo tiempo, denota "una sensibilidad muy intensa" que se hace visible en poemas como el que Vaya dedica al momento en que su hijo aprendió a escribir su nombre.

Finalmente, y haciendo alusión a la pluralidad de voces que han sido merecedoras de los premios o accésits del galardón que cada año otorga la Diputación, Santonja manifestaba que una vez más "el premio está reconociendo la excelencia de poetas consolidados y de poetas que necesitan el respaldo de un premio como éste para seguir creciendo". 

El acto, celebrado en el salón de Plenos de la Diputación, concluía con un "¡Viva la poesía!" entonado por el propio Santonja, que daba paso a un reconocimiento por parte de Miguel Ángel de Vicente al editor Chus Visor, en cuyas manos quedan ahora los dos poemarios, que serán publicados por la prestigiosa editorial y dados a conocer en el acto de entrega del Premio, que recuperará su lugar habitual en el calendario de otoño.