¿Sabes qué es lo que más añoran los españoles?

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Dehesa salamanca IP


Pese a que algunos se empeñan en negar la existencia de un virus que está más que probado que existe. Lo cierto, es que al margen del colectivo negacionista, el resto de la población ha acatado estoicamente las limitaciones, restricciones y demás medidas impuestas para evitar la propagación del letal virus.


Sin embargo, y pese a que las medidas afectan por igual, al menos, a las personas de una misma Comunidad Autónoma, ciudad o municipio, lo cierto es que según estudios recientes lo que las personas extrañan de su vida anterior es diferente atendiendo al rango de edad.


Así, mientras los adultos mayores lo que más añoran es el contacto físico, los besos y abrazos de sus hijos, nietos e, incluso, bisnietos. Los jóvenes y adultos manifiestan que, además de poder socializar como antes, lo que más echan de menos es viajar.


“Dar rienda suelta a esa pasión y anhelo por viajar es lo que hace que según sean levantadas las restricciones las reservas se sucedan, algo que se agradece enormemente en la actualidad” comentan desde Cuartón de Inés Luna, un hotel rural con restaurante y zonas ajardinadas situado en un enclave único de la provincia de Salamanca, el Campo Charro.


La dehesa, un terreno prácticamente llano con encinas y pastos en los que abundan arroyos y charcas que sirven de pasto a distintos tipos de reses entre los que se encuentran los cerdos ibéricos o los toros de lidia, constituye el paisaje típico.


Asimismo, “el Parque Natural de Las Arribes del Duero constituye una visita casi obligada, se encuentra situado hacia el oeste, a pocos kilómetros de nuestras instalaciones”.


Y es que, la visión de los profundos cañones graníticos y la riqueza de la flora y la fauna de la zona hacen de este lugar un enclave natural privilegiado.


Pero no solo el Duero es protagonista de este singular paisaje, sino que otros ríos como el Águeda, el Huebra y el Uces han contribuido y de qué manera. Concretamente siguiendo el curso de este último uno se encontrará ante una de las cascadas más bellas de la Península, con una caída de 200 metros de altura, y conocida con el nombre de Pozo de los Humos.


Y es que, en una época marcada por una soledad impuesta, encontrar un bello lugar en el que poder perderse es todo un privilegio.

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