Todo lo que deberías saber al vender un proindiviso

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Se conoce como proindiviso a estas situaciones jurídicas en las que un inmueble tiene más de un propietario, una circunstancia muy común luego de separaciones y muertes, pero que también se produce con cierta habitualidad en las comunidades de vecinos que hay en España.


En estos días en los que convivimos con una situación financiera delicada, son muchos los dueños de estas viviendas que quieren saber cómo es el proceso para vender proindiviso, teniendo en cuenta que tal vez prefieran quedarse con el dinero para buscar un inmueble 100% propio, invertirlo, o cualquier otro objetivo que se hayan puesto en mente, y a sabiendas de que vender estas construcciones no es igual que otras.


Lo primero de lo que debes ser consciente es que esta figura legal no supone ningún problema importante, al menos no hasta que se vende. Puedes hacer uso del proindiviso alcanzando acuerdos básicos con los demás propietarios, incluso llegado el momento de abordar la venta.

Ahora bien, es probable que a la hora de desprenderse los dueños de esta vivienda, aparezcan conflictos en cuanto a precio, formas, etc. Entonces, habrá que realizar la enajenación de un porcentaje del bien, independientemente de cuál sea la función que tenga el mismo.

Absolutamente nada cambia si se trata de una vivienda, de una oficina o de un local comercial, mientras sean varios los propietarios.


Escenarios posibles frente a la venta de un proindiviso


Ante estos procedimientos, la solución ideal sería que todos los propietarios restantes vendieran sus partes del proindiviso a uno de ellos. Lamentablemente, la experiencia indica que esto no suele resolverse con tanta facilidad, porque algunas de las partes tiende a negarse.


Los inconvenientes surgen generalmente cuando sólo uno de los propietarios quiere vender pero los otros no quieren ni comprar esa parte ni tampoco vender la suya, lo que dificulta que un potencial interesado en el inmueble esté dispuesto a invertir en él porque deberá compartirlo.


Si fuera imposible entonces extinguir el proindiviso existente, el objetivo primero que debe buscarse en estos casos, entonces las opciones son vender sólo el porcentaje correspondiente de la vivienda a un tercero, o ir a un juicio con los demás dueños para llegar a un arreglo definitivo.

En el caso de la vía judicial, si se hubieran agotado las instancias para venderse porcentajes entre los propietarios o a un tercero, se realiza una división de la cosa común, una serie de pasos que inician con la solicitud de conciliación ante notario para que el juez dé su dictamen.


Ésta es una alternativa que podría considerarse extrema, porque no sólo la salida puede dilatarse en el tiempo hasta que haya liquidez, sino que además el interesado en llevar el proindiviso a la justicia debe hacerse cargo de los costes adicionales que surgieran del conjunto de acciones necesarias para resolver el tema. Nos referimos a abogados, peritos, tasas y demás valores que, para peor, son variables.

Por todo ello, se recomienda a los propietarios indecisos que consulten a profesionales en la materia, sobre todo si entablar una conversación con los otros dueños es una tarea difícil, y si no se quiere recurrir a la justicia con las contras que supone poner a un juez de por medio.

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